En los doce cuentos que componen Abrir las manos, la pluma de Cheri Lewis G. nos invita a recorrer un mágico y recóndito sendero dentro el vasto universo del absurdo. Sus personajes son seres fantásticos, atrapados en el espejismo de la realidad.
El miedo, el amor y la sexualidad prevalecen en sus relatos y son manejados con sencillez y desenfado. Hay en sus letras un aire nostálgico y fresco, marcado por la influencia de sus raíces interioranas. La literatura de Lewis G. se percibe inusual, arrojada, atrevida, puesto que sus historias develan el placer de sucumbir a sus anchas en los más intrínsecos rincones de la imaginación.