¡Firmar y firmar documentos! Así se me ha pasado toda la mañana de este viernes cuando debería estar en el salón de belleza desde muy temprano, poniéndome guapa para la celebración de mi cumpleaños esta noche ¡Ya son treinta!
Quién lo iba a pensar, que de todos estos años de vida, la mitad de ellos la he pasado compartiendo el más hermoso sentimiento de amor al lado de mi amado Daniel, mi novio y de otra parte importante de mí, mi empresa; más bien la empresa que mi madre le arrebató a mi padre cuando se divorciaron y que dejó a mi cargo cuando se marchó del país luego de casarse con un magnate italiano.