Mucho se ha escrito y hablado del feng shui, de los grandes cambios que ofrece, de las múltiples curas y escuelas que existen, pero… en forma tangible…realmente ¿qué es el feng shui?
Literalmente significa viento y agua, dos fuerzas naturales indispensables para la vida de cualquier ser vivo. La aplicación contemporánea que se hace del tema es basada en sus raices ancestrales Chinas y la incorporación de diversas corrientes filosóficas provenientes de Oriente ( Tibet e India ). Es realmente difícil que en nuestro tipo de vida y entorno podamos aplicar los conceptos tradicionales que marcan las diversas escuelas tradicionales chinas. Se puede trabajar con la energía de las ocho direcciones cardinales, reacomodar mobiliario, aplicar colores, texturas y materiales para crear e incitar a un flujo de la energía ( chi ) lo más adecuado posible.
Encontrar el lugar ideal, con las condiciones del paisaje adecuadas, diseñar una casa basándonos en la fecha de nacimiento de la persona que genera la abundancia para la familia es complicado en una sociedad donde cada vez las mujeres y amas de casa estamos viviendo a pasos agigantados más en un entorno de energía yang. Con esto me refiero a que cada vez somos más las mujeres activas, que trabajan y realizan actividades yang. Esto impone el adecuar las aplicaciones de feng shui a nuestro estilo de vida. Aquí surge el feng shui personalizado, el que nos ofrece alternativas y opciones, basadas en sus teorías ancestrales, aplicables a la forma actual de movimiento.
