Hay quienes piensan que el destino no existe. que la vida es un compendio de infinitas casualidades.
Amir y Karima no.
Venían de mundos muy diferentes, por caminos separados. Sin embargo, se encontraron al final del arcoiris, y a flor de piel descubrieron que el amor atrapa solo a quienes se dejan alcanzar.