Extraños rituales en una isla remota de Maine.
Mi vecina loca tumbada desnuda en la sección de productos frescos de un supermercado.
La herida de un cuchillo mientras se desliza en mi carne.
Ahora sé por qué dicen que la vida nunca es fácil.
El suave toque de las manos de Tria sobre mi pecho es lo único que me hace continuar, pero hay consecuencias. Como luchador, debería poder enfrentar todo lo que la vida me lance, pero hay una circunstancia que no soy capaz de controlar.
Solo tengo un mecanismo de defensa: una goma alrededor de mi brazo y una aguja en mi vena.
