¿Te has preguntado cómo compañías creadas hace tantos años, como Coca Cola, Apple Inc. y Disney permanecen aún posicionadas en la mente de las personas? La respuesta es simple: utilizan el poder de la marca como elemento diferenciador.
Estas empresas han entendido la importancia de construir y desarrollar una marca, y no sólo eso, lo han pensado como un elemento central en su estrategia empresarial y de Marketing. En definitiva, nos han enseñado que lo importante no es sólo vender productos, es mucho más que eso. Es contar una historia que te permita llegar a la mente de las personas y quedarte a vivir en ella. Es una promesa de “nunca te decepcionaré”. No se trata de lograr que las personas te elijan por sobre tu competencia, sino de lograr que te vean como la única empresa capaz de solucionar su problema.
Todos sabemos que los productos cumplen ciclos de vida. Todo lo que hemos construido puede irse por la borda. En cambio, una marca puede sobrevivir a sus productos, a sus dueños e incluso al inexorable paso del tiempo. Cuando la competencia es mucha y fuerte, la diferencia se crea en el mundo de los símbolos. Allí, crear un concepto único y diferenciador, te convertirá en una marca imposible de olvidar.