Seguro que alguna vez habrás oído esta respuesta mágica cuando hayas pedido ayuda a algún compañero: “”Tienes que ser más Alfa…””, que parece que es aplicable como solución a prácticamente cualquier problema de pareja. La famosita frase que a modo de ungüento mágico inunda cientos y cientos de respuestas a problemas concretos de seducción y relaciones… Desde P&R os comunicamos que a partir de este mismo momento, queda totalmente desterrada. Después de haberme pasado algo más de dos años intentando efectivamente “”ser más Alfa””, a la par que desengañándome progresivamente de este concepto antropológico, os confirmo que he perdido el tiempo soberanamente. Es más, no quiero hacérselo perder a nadie más con el dichoso consejito ¿Por qué? Parece que cuando alguien con la mejor intención te dice que “”Deberías ser más Alfa””, tienes que sacar pecho, poner un tono de voz grave, crecer medio metro de repente e imitar el lenguaje corporal de James Bond.
Creo que a menudo se confunde el concepto de “”Alfa”” con el de “”Congruencia””. Creo y corregidme si me equivoco, que las primeras veces que escuchamos la frasecita del “”no se qué… más Alfa””, nos la creemos a pies juntillas como remedio inmediato. Yo al menos así lo he creído durante mucho tiempo. Pues resulta que cuando te la aplicas, intentas adaptar tu comportamiento, tu lenguaje corporal, tu conversación y tu determinación a lo que todos entendemos como un hombre Alfa. ¿QUÉ CONSEGUIMOS CON ESTO? HACER EL PAYASO… ¡Ya lo he dicho! Parece que hay que disfrazarse de James Bond para tener éxito con las mujeres, o para que nos vaya mejor en nuestra relación de pareja.