En 1970, un año después del estallido de la revolución francesa, el Marqués de Sade es puesto en libertas en el manicomio de Chareton, donde había sido trasladado desde la prisión de la Bastilla.
Entre 1787 y 1788, Sade había redactado en veinte cuadernos una serie de narraciones ordenadas de manera que una aventura pícara siguiera una aventura seria o trágica. Al quedar en libertad y acuciado por necesidades económicas, Sade decide a instancias de su editor relegar estas historias y dar a la imprenta, en su lugar, una serie de novelas libertinas anónimas, de cuya paternidad regenerará una y otra vez…