La protección está dada por la educación.
La manipulación se basa en el carácter irreflexivo de nuestras creencias y en el carácter sugestionable de nuestro comportamiento, en especial en lo que concierne a aquellos asuntos directamente vinculados al poder: religiosos, políticos, económicos, o educativos.
Frecuentemente sostenemos nuestras creencias apoyadas más en la complicidad mutua que en la propia opinión. La propaganda se fundamenta directamente en éste carácter social de la mentalidad de las masas. La esencia del hombre no es racional en absoluto.
Pero, ¿qué tiene de peligroso todo esto?
La cualidad destructiva de la manipulación viene dada por el hecho de que necesita del engaño para deteriorar tu apreciación de los hechos, y estimula tu infelicidad para que actúes más fácilmente.