Roma busca en las inexpugnables tierras del norte, cómo conquistar a los indomables cántabros y astures. Mientras tanto, la ciudad fortificada por Bergida es consumida por las llamas, Sekeios, un mercenario de Autregon al servicio de Roma, huye del campamento tras un incidente con el gobernador tarraconense, Gayo Antistio Veto. Perdido en territorio enemigo, los guerreros de Concan le conducirán hasta Aracillum, bastión de la resistencia cántabra.
El gobernador ha jurado perseguirlo. Sekeios está solo y un viaje sin retorno le llevará a arrodillarse ante el temido líder Corocotta. Para sobrevivir primero tendrá que enfrentarse al odio y la hostilidad de los montañeses; la brutal ofensiva de las legiones del Príncipe Augusto, cuyo objetivo no es otro que hacerse con el control absoluto de la Península Ibérica y a pesar de sudores y batallas, encontrará a su amada Turennia